PLUTON Y PROSERPINA
1994 Donald R Ricker
(117 x 245 cm óleo sobre lienzo de madera)
La caída de aquellos monstruos hicieron temblar la tierra, tal que Plutón fue alarmado,
y intimidado con que su reinado sería dejado abierto a la luz del día. Bajo esta
aprehensión, montó su carroza, dirigida por caballos negros, y tomó un circuito de
inspección para satisfacerse con la extensión del daño. Venus, que jugaba con su niño
cupido en las montañas, lo notó y dijo, "Hijo mío, lanza uno de tus dardos al
pecho de aquella monarquía oscura. Por qué sería él el único invulnerable al poder
del amor?" El niño lanzó el dardo con su arco apuntando directamente al corazón de
Plutón.
En el valle de Enna existe un lago rodeado por árboles donde el suelo húmedo esta
cubierto con flores, y la Primavera es eterna. Aqui Prosperine jugaba con sus
acompañantes cuando el apuñalado Plutón la vió, se enamoró inevitablemente, y la
montó en su carroza. Ella gritó por ayuda y dejó caer sus flores. El raptor apuró el
paso en su corcél, y aflojando las riendas, golpea el borde del río con su carroza. La
tierra se abrió y le dió paso de vuelta a su submundo.
Plutón y Prosperina fue exhibida y
en el Café 'D' en Anchorage AK en Noviembre 2000
Plutón y Prosperina fue escogido como favorito en un encuesta de visitantes a la galería PEGASUS durante las últimas semanas de 1998.
Gracias a los visitantes conocidos o desconocidos que honraron mi pintura de esta manera.
Ver seguiente pintura | Retorno a la lista de pinturas
Aprenda más acerca de estas fascinantes mitologías de las fuentes de los días modernos.