LA ULTIMA MANADA DEL BUFALO
1996
Donald R Ricker
(115 x 230 cm óleo sobre lienzo de madera)
Todo lo que la gente tuvo, vino del búfalo. Cuando las rieles y ranchos empezaron a
cortar a través del rango del búfalo, la guerra vino a lo Obvio. Una mujer se levantó
muy temprano esa mañana para dibujar el agua del riachuelo medicinal. Ella miró dentro
de las nubes rojas del amanecer, y allí vió la última manada del búfalo, un fantasma
escuchó, caminando lentamente a través del nubeloso cielo. Justo cuando una tormenta
comenzaba a partir, un gran trueno estalló, y en el Monte Scott se abrió una inmenza
quebradura. Se escuchó al espíritu del búfalo caminando directamente dentro de ella.
Adentro había un lugar de gran belleza, un lugar primaveral con árboles de algodón en
flores y el olor de pasto fresco. Cuando el escuchado espíritu caminó hacia adentro, la
montaña se cerró detrás de él. La mujer corrió a despertar a su gente y contarles la
visión que tuvo allá en lugar.
Cuando los ancianos escucharon su historia, gran trsiteza los envadió. Mientras la gente
Kiowa danzaba en las sombras del Monte Scott, el gran líder búfalo apareció en la
constelación que algunas personas llaman Pegasus, para dar esperanza a la gente India.
El estudio digital de LA ULTIMA MANADA DEL
BUFALO fue desplegada en la Night Walker Headquarters en Fort Collins, COLORADO en
Verano 1997
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Aquellos interesados en las leyendas de los nativos americanos disfrutarán el estilo narrativo de estos autores; trátese a si mismo a Joseph Brucac.